¿Cómo fomentar una rutina saludable de sueño para los niños?
Una buena y saludable rutina de sueño
Acompañar el sueño del niño es un papel fundamental para los padres. De hecho, desde el nacimiento, la cuestión del sueño es central. Y con razón, contribuye en gran medida al bienestar del niño y debe ser abordada con seriedad. Para facilitar la hora de acostarse y permitir un sueño reparador, establecer una rutina de sueño saludable es una recomendación que aparece muy regularmente. Entonces, ¿cómo proceder para establecer este ritual en casa?
¿Por qué establecer una rutina de sueño para un niño?
Las rutinas son una excelente manera de ayudar a un niño a sentirse seguro en su día a día. Sentirse tranquilo y seguro es una condición muy importante para conciliar el sueño, de ahí la importancia de establecer una rutina dedicada. Con estos hábitos, su hijo sabe que se acerca la hora de dormir y puede tener en mente que pronto será el momento de dormir (aunque no siempre tenga muchas ganas). Esto permite estructurar su noche y saber lo que vendrá después.
Además, la rutina tiene como objetivo establecer un ambiente cada vez más tranquilo en la casa para que sea propicio para la relajación y el descanso.
¿Cómo establecer una rutina de sueño?
Cada familia tiene sus hábitos, pero existen puntos clave que pueden marcar toda la diferencia en una rutina del sueño bien organizada.
Elegir una hora de acostarse adaptada
La hora de acostarse es muy importante, permite al niño beneficiarse del número de horas que necesita antes de levantarse. Asegúrese de mantener un horario de acostarse muy regular, tanto entre semana como los fines de semana. Para elegir la hora de acostarse ideal, tenga en cuenta el número medio de horas de sueño que su hijo necesita. Generalmente, se considera que es de:
- 11 a 14 horas para los niños de 1 a 2 años
- 10 a 13 horas para los niños de 3 a 5 años
- 9 a 12 horas para los niños de 6 a 12 años
Haga el cálculo con la hora de levantarse para ir al colegio y deje siempre un pequeño margen para que su hijo se duerma: ¡ya tiene su hora de acostarse ideal! Ahora, tendrá que organizarse para lograr que su hijo esté en la cama a tiempo.
Organizar las noches de manera idéntica
La organización de las noches le permite asegurarse de que su hijo siga siempre los mismos hábitos y esté en la cama a tiempo. Comidas, ducha, cepillado de dientes, pequeño tiempo de juego, deberes, le toca a usted organizar el regreso del colegio en función del tiempo disponible, la organización de la casa y las necesidades de su hijo. Puede inicialmente anotar cada tarea con un horario para mantenerse organizado y establecer este ritmo. A fuerza de repetición, toda la familia hará las cosas instintivamente.
Un momento tranquilo para calmar a su hijo
Después de cepillarse los dientes y hacer el último pis, llega el momento de instalarse en su cama infantil. Es a menudo el momento de establecer la calma y la relajación, para ayudar a su hijo a dormirse. Según la edad y las preferencias, puede optar por varias posibilidades leyendo un cuento, cantando una nana o dando un abrazo. Todos disfrutan de un momento agradable antes de dormir.
Termine este momento tranquilo deseándole buenas noches a su hijo y tranquilizándolo. Dígale que está justo al lado, que lo escuchará si necesita algo.
Los pequeños trucos que marcan la diferencia
Existen algunos pequeños trucos que pueden marcar la diferencia para ayudar a su hijo a dormirse:
- Utilizar una luz de noche o encender la luz en el pasillo.
- Asegurarse de que la temperatura de la habitación esté entre 18°C y 20°C.
- Evitar las pantallas por la noche y al máximo en general.
- No proponer una siesta demasiado tarde.
- Buscar ayuda (pediatra, enfermero/a especialista en pediatría, asesor/a del sueño), existe una multitud de profesionales que pueden guiarle y darle buenos consejos.
Apueste por un entorno de sueño adaptado
Además de los hábitos, también es el entorno de su hijo lo que marcará la diferencia, especialmente la elección de la cama infantil. De hecho, una cama infantil debe adaptarse a la edad y necesidades de su hijo. Puede optar por una cama infantil evolutiva de 70x140 cm hasta los 6 años, pero después, su hijo necesitará más espacio con una cama infantil de 90x190 cm.
Existen varios modelos de camas infantiles para adaptarse al espacio disponible en la habitación o simplemente a su preferencia como:
- La cama nido infantil: dispone de una segunda cama oculta bajo el somier que puede servir como cama adicional. Puede ser una solución de alojamiento para los invitados de los niños.
- La cama alta infantil: es perfecta para ganar espacio y permite por ejemplo instalar un escritorio justo debajo.
- La cama semi-alta infantil: menos alta que la cama alta, ofrece sin embargo un buen espacio de almacenamiento debajo (es especialmente el caso con nuestra cama semi-alta MILO blanca).
- La litera infantil: permite instalar a dos niños en la misma habitación evitando perder espacio.
- Etc.
Ya sea que busque una cama infantil para niña o una cama infantil para niño, no tendrá ninguna dificultad para encontrar el modelo deseado. Apueste preferentemente por materiales saludables como la madera maciza, los paneles ecológicos con bajo contenido en formaldehído o las pinturas y barnices sin disolventes. Así limita la exposición a los compuestos orgánicos volátiles.
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