Organice un espacio adaptado para su hijo

Elija un mueble Montessori para ayudar a su hijo a desarrollarse, ganar motricidad y autonomía. Inspirados en el método Montessori, mundialmente reconocido y aprobado por numerosos especialistas en infancia, hemos fabricado especialmente mobiliario que responde a sus necesidades. Cama cerca del suelo o torre de aprendizaje y observación, descubra lo esencial del mueble Montessori.

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Muebles Montessori - Torre de aprendizaje Montessori 3 posiciones
Muebles Montessori para niños - Torre de observación Montessori
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Descubra nuestra torre de observación Montessori y deje que su hijo exprese toda su curiosidad. Basada en la pedagogía Montessori, esta torre permitirá a su bebé observar su entorno, ganar en motricidad y autonomía. Una torre de observación y aprendizaje fabricada en Francia en nuestra fábrica a partir de paneles de madera ecológicos.


¿Qué es la pedagogía Montessori? 

La pedagogía Montessori, inventada por Maria Montessori, está concebida como un método educativo innovador. Este último pone un punto de honor en hacer a los niños independientes y autónomos favoreciendo su relación con su entorno exterior. Más que los aprendizajes teóricos, en efecto, la pedagogía Montessori prefiere las enseñanzas prácticas, el uso de los sentidos así como una relación única y privilegiada entre el niño y el educador. Busca seguir al niño a su ritmo y va más allá del marco estricto de la escuela. Muchos padres deciden entonces, desde el nacimiento, implementar la pedagogía Montessori en casa. Así, el mobiliario tiene toda su importancia. Los espacios domésticos no están pensados, originalmente, para los niños, mientras que el mobiliario Montessori se adapta al tamaño de cada uno, y esto, con total seguridad.


¿Cuál es el interés de cambiar al mobiliario Montessori para su hijo?

La casa es el primer entorno en el que su bebé crece y se desarrolla. Es aquí donde nacen y se desarrollan sus primeras habilidades motoras. Su hijo aprende a sentarse correctamente, a ponerse de pie, a caminar, a comer, a dormir o incluso a vestirse solo. Si se ponen a su disposición las herramientas adecuadas, tiene todas las posibilidades de aprender a realizar todos estos gestos cotidianos de manera autónoma. Uno de los principios fundamentales del mobiliario Montessori es que esté adaptado al tamaño del niño, pero también que ofrezca un espacio en el que cada objeto tenga su lugar y su razón de ser. Maria Montessori consideraba, en efecto, que el entorno en el que se desarrolla el niño debía basarse en el orden, la simplicidad y la ambición de reproducir el espacio de los adultos lo más fielmente posible. El mobiliario Montessori evita así la sobrecarga y prefiere los colores neutros y sobrios.

¿Cómo se distinguen los muebles Montessori de los muebles clásicos?

Los muebles ordinarios no están adaptados a su hijo, especialmente cuando es pequeño, por la simple razón de que son inaccesibles, incluso impresionantes y peligrosos. Aunque a menudo se recomienda colocar los objetos en alto para evitar que su hijo juegue con ellos, en otros casos, es muy beneficioso que pueda tener acceso a ellos para desarrollar su autonomía. Tomemos el ejemplo de la cocina: ciertamente, hay que estar atento para que su hijo no se haga con objetos afilados y no derrame nada. Sin embargo, bajo su supervisión, es perfectamente posible hacer que su hijo participe en la preparación de las comidas, pelando verduras o elaborando una masa, poniéndolo a su altura. En un taburete o un escalón, su hijo corre el riesgo de resbalar. Por lo tanto, puede optar por una torre de observación Montessori, también llamada torre de aprendizaje. Este mueble permite al niño, con total seguridad, apropiarse del espacio, tocar objetos y observar sus gestos, a su altura. Compuesta por pequeños escalones y una barandilla, la torre de aprendizaje será su aliado número uno para despertar la curiosidad de su hijo. Los muebles Montessori tienen la particularidad de ser ajustables a voluntad, por lo que su hijo puede participar en todas las actividades familiares. Gana confianza y madura. También aprende a conocer sus preferencias y capacidades.

Mobiliario Montessori para todas las habitaciones de la casa

La habitación de su hijo es el primer espacio que se apropiará. Es en este entorno donde el mobiliario Montessori demostrará todos sus beneficios. Al regresar de la guardería o de la escuela, su hijo podrá continuar sus aprendizajes y consolidarlos si pone a su disposición el material y las herramientas necesarias. Sin embargo, la habitación no es el único lugar de la casa en el que el mobiliario Montessori puede ser beneficioso para el desarrollo de su hijo. Desde la cocina hasta el baño, pasando por el salón o la sala de juegos, las opciones son, en efecto, numerosas.

Leer con total libertad

Aunque su hijo sea demasiado pequeño para saber leer, puede organizar un espacio para estimular su imaginación y soñar con total libertad. Los libros participan en el desarrollo del niño de tres maneras: desde un punto de vista sensorial (especialmente gracias a los libros táctiles que permiten a los niños explorar diferentes texturas), desde un punto de vista afectivo, pero también desde un punto de vista intelectual. Existe una variedad de expositores a la altura del niño en los que podrá colocar su selección así como cojines para crear un lugar cómodo y reconfortante. Una cama cabaña también es una excelente opción para que su hijo cree su propio universo.

Un espacio para jugar, divertirse y aprender de forma lúdica

Más allá de los libros, los juguetes también tienen una inmensa importancia para el desarrollo de su hijo. Puede crear, en la habitación de su hijo o en su salón, un rincón de actividades lúdicas, separado del espacio de lectura. Para evitar una estimulación excesiva, prefiera el minimalismo: juegos de madera o sensoriales, o incluso rompecabezas que estimularán la curiosidad de su hijo. Para ganar espacio, pero también para reunir todos los juguetes de su hijo (e iniciarlo más fácilmente en el orden), puede elegir una alfombra mural en la que colgar sus juegos favoritos. Los tableros de fieltro o incluso los instrumentos adaptados a los pequeños como los pianos en miniatura son elementos que se integrarán perfectamente en el mobiliario Montessori como el Nido. Proveniente del italiano "nido", lleva bien su nombre. Se trata de un capullo compuesto, por ejemplo, de una alfombra, un espejo y juguetes, concebido como un entorno de desarrollo. Este espacio está más bien dedicado a los pequeños, hasta que aprenden a caminar.

Un baño que desarrolla la autonomía del niño

El cuarto de baño es un espacio que los pequeños tienen dificultades para apropiarse. ¡Es difícil aprender a lavarse los dientes o las manos, como un adulto, sin poder alcanzar el lavabo! Un taburete, colocado frente al fregadero, puede hacer esta actividad más accesible. Sin embargo, no ayuda al niño a abrir y cerrar el grifo o a controlar la temperatura del agua. Si tiene espacio, puede preferir un mueble bajo sobre el que colocará un lavabo de acero, una jarra, un espejo irrompible colgado en la pared, toallas pequeñas y todo lo necesario para asearse. Gracias a este espacio, su hijo aprende a conocerse frente al espejo, así como a lavarse las manos, la cara o los dientes, a peinarse o incluso a sonarse la nariz. Así toma conciencia de la importancia de cuidarse. También puede optar por la torre Montessori que encontrará fácilmente su lugar en todas las habitaciones de la casa.

La cocina Montessori para hacer a su hijo independiente

A su hijo le gusta imitarle y es así como mejor aprende. El mobiliario Montessori le permite, en consecuencia, aprender observándole y esto es aún más cierto en la cocina. Aunque pueda parecer sorprendente, la pedagogía Montessori aconseja utilizar vajilla que se pueda romper. Su hijo puede así entender que los objetos frágiles se rompen si se caen. Gana en responsabilidad y aprende a cuidar los platos o los vasos. Asimismo, en lugar de una trona, puede optar por una mesa y una silla pequeñas, prácticas para los momentos de la merienda que su hijo podrá tomar entonces, con total autonomía. Podrá sentarse y levantarse de la mesa, doblar su servilleta, o incluso servirse la comida bajo su supervisión y su mirada benevolente. Si no tiene suficiente espacio para añadir una mesa separada, siempre puede elegir una trona retirando la bandeja y acercar la silla a la mesa en la que come. Así, continúa compartiendo la comida con su hijo ofreciéndole la oportunidad de desarrollar su motricidad fina.

Acostarse con tranquilidad en una cama Montessori

La elección de la cama es siempre, para los padres, un verdadero rompecabezas. Entre cama baja, cuna con barrotes, cama compartida con los padres, simple colchón en el suelo, las opciones son numerosas. Hasta que su hijo sepa gatear, se recomienda hacerlo dormir en una cuna con barrotes, por razones de seguridad. Sin embargo, tan pronto como sea capaz de moverse solo, alrededor de los seis meses, la pedagogía Montessori prefiere los colchones instalados directamente en el suelo. Su hijo puede acceder a su espacio de sueño por sus propios medios, lo que le ofrece una mayor independencia. Tome ciertas precauciones: no deje ningún objeto que su hijo pueda tragar o con el que pueda lastimarse, elija espejos irrompibles, instale protectores de enchufes, etc. Puede crear un pequeño espacio elevado alrededor del colchón para evitar caídas y aumentar gradualmente la altura de la cama a medida que su hijo crece. En el mercado, se encuentran camas que ofrecen esta evolución gracias a elementos ajustables y adaptables. Descubra todas nuestras camas Montessori.