Torre de observación Montessori

La torre Montessori, ¿qué es?

También llamada "torre de observación", "torre de aprendizaje" o "torre de desarrollo", la torre Montessori es en realidad un pequeño taburete mejorado y seguro en el que su hijo se sentará con total autonomía. Como una verdadera torre de control, le permite ganar altura y así poder observar todo lo que sucede a su alrededor. Naturalmente curiosos y descubriendo el mundo que les rodea, sus hijos harán de nuestra torre Montessori un lugar privilegiado.

Como su nombre indica, nuestra torre está inspirada en la pedagogía Montessori que tiene como objetivo fomentar la autonomía de los niños, a través del aprendizaje individual y mucha observación. Este método, que lleva el nombre de su inventora Maria Montessori, permite al niño desarrollarse plenamente y crecer mientras aprende a confiar en sí mismo.

Torre de observación Montessori, ¿qué utilidad tiene? 

Como un escalón, un taburete, o incluso considerada como una trona, la torre de observación Montessori permite en primer lugar que su hijo observe lo que usted hace y participe a su manera en la vida cotidiana de toda la familia. Integrándose en todas las habitaciones de la casa como la cocina, el comedor, la sala de estar e incluso el baño, la torre ofrece a su hijo la posibilidad de participar en las tareas de la vida diaria, creando así un sentimiento de pertenencia.

Los niños son curiosos y quieren saber lo que hacen los mayores. La torre de observación es el mueble ideal para integrar, con total seguridad, a su hijo en el seno del hogar familiar. Como padre, está más cerca de su hijo y así favorece el diálogo a través del aprendizaje del habla. Para utilizar la torre de observación Montessori, su hijo debe estar bajo su supervisión. 

Nuestra torre Montessori también permite el desarrollo de la motricidad y la agilidad de su hijo, ya que podrá subir y bajar libremente. Para resumir la utilidad de nuestra torre de observación, permite:

• ganar en autonomía
• desarrollar su motricidad y agilidad
• observar su entorno con total seguridad
• ganar confianza
• favorecer el aprendizaje del habla
• crear un sentimiento de pertenencia a la familia