De la cuna a la cama infantil, ¿cómo gestionar la transición?

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Ha llegado el gran día, su hijo deja su cuna por una cama de mayor. Es un paso importante para él y un gran avance hacia su autonomía. Es un evento que debe manejarse suavemente paso a paso.

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¿Cuándo cambiar de cuna a cama infantil?

Cuando es hora de que su hijo deje su cuna, hay señales que no engañan.

Su hijo tendrá dificultad para estirar sus brazos y piernas, tirará sus peluches por encima de su cama para hacer espacio e intentará quitarse el saco de dormir.

El último punto de alerta es el día en que la pequeña señorita o el pequeño señor intente "escaparse" y lo encuentre sonriendo en medio de la sala cuando lo había acostado hace una hora...  

Muchos padres primerizos se preguntan sobre la edad adecuada para cambiar de cuna a cama infantil. No hay realmente una edad correcta, debe observar el comportamiento de su hijo, él sabrá hacérselo saber cuando esté listo. Generalmente esto ocurre alrededor de los 18 meses, 2 años.

Una transición suave

Para no asustar ni perturbar a su hijo, hay algunas pautas a seguir. Primero, si su hijo hasta ahora dormía en su habitación, sería sensato comenzar a hacerlo dormir en su propia habitación antes de cambiar de cama.

Una vez que su hijo se haya acostumbrado a dormir en su propio espacio, comience a hablar con él sobre este cambio de cama. Es importante que involucre a su hijo en este cambio. No cambie la cama sin él, podría perturbarlo.

Compre o haga evolucionar su cama en su presencia para que entienda bien lo que va a suceder. Elija con él su nueva ropa de cama, y sí, se acabó el saco de dormir, ahora viene el edredón y la almohada.

¿Qué cama infantil elegir?

Si cree que pasar de una cuna de 70x140 cm o 60x120 cm a una cama infantil de 90x190 cm será demasiado brusco para su hijo, es mejor pensarlo antes de su nacimiento y optar por una cuna evolutiva.

Este tipo de cama será perfecta para hacer la transición suavemente. Nuestra cuna evolutiva Evidence es ideal para esto.

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También puede elegir una cama con barrotes con barrera extraíble como la cama Bonheur o la cama Provence.

Si su cuna no es evolutiva, le recomendamos la cama infantil evolutiva Féroé. La cama Féroé comienza en 90x140 cm con barreras de seguridad. Su hijo estará en un verdadero pequeño capullo y no correrá el riesgo de caerse mientras duerme. Cuando esté listo, podrá hacer evolucionar la cama a 90x190 cm y quitar las barreras. Una cama infantil clásica bastante baja también es una buena solución. Para asegurar sus primeras noches, coloque la cama junto a una pared y añada una barrera de seguridad.

Último consejo:

Considere instalar una luz de noche en la habitación de su hijo para que pueda orientarse en su nuevo entorno. Esto también le permitirá levantarse solo si necesita ir al baño durante la noche.