Ideas de decoración para una habitación de bebé con cuna convertible

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¿Has decidido optar por una habitación de bebé con una cuna evolutiva? Es una excelente elección que te permitirá hacer evolucionar la habitación de tu hijo a medida que crezca. Si te falta inspiración para la decoración, aquí tienes algunos consejos y trucos que te permitirán crear un bonito capullo agradable y tranquilizador para tu bebé.

La elección de la cuna evolutiva

La cuna evolutiva es una muy buena elección para los padres que quieren evitar gastos superfluos, optar por muebles duraderos y adaptados al crecimiento de su hijo. Se trata de una cuna que se transformará en cama grande cuando el bebé esté listo. En otras palabras, este mueble puede utilizarse desde los 6 meses hasta los 6 años sin tener que comprar otra cama. La cuna evolutiva es una muy buena elección si quieres ahorrar, pero también elegir muebles más ecorresponsables (descubre por qué elegir una cama evolutiva para un niño de 2 años).

El formato

Existen varios formatos para elegir tu cuna evolutiva de 0 a 6 años. De hecho, algunos modelos permiten pasar de la cuna al corralito y luego a la cama infantil. Otros permiten pasar de una cuna con barrotes a una cuna sin barrotes. Esta segunda opción puede ser relevante si has planeado optar por una cuna colecho durante los primeros meses de tu bebé.

Los materiales

En cuanto a materiales, existen numerosas posibilidades para elegir una cuna evolutiva. Por ejemplo, está la cuna de plexiglás que estuvo muy de moda en un momento dado. Hoy en día, se prefiere optar por una cuna evolutiva de madera. Se trata de un material saludable, duradero en el tiempo y que puedes elegir más ecorresponsable privilegiando una cuna evolutiva de madera certificada PEFC.

Presta también atención al uso de materiales con bajo contenido en formaldehído y pinturas sin disolventes para preservar el bienestar del bebé.

El estilo

En cuanto al estilo, tienes acceso a una multitud de posibilidades para elegir una cuna evolutiva que se adapte a tus deseos. Ya sea en color madera, blanco, colorido, con un aspecto moderno o más vintage, las posibilidades son muy numerosas según tus preferencias.

Nuestra cuna evolutiva Octave blanca y roble es, por ejemplo, una excelente elección. Dispone de pequeñas estanterías en el extremo de la cama en su versión de cuna con barrotes. Después de la transformación, se convierte en una bonita cama pequeña para niños.

Una cómoda con cambiador desmontable

Para seguir amueblando la habitación de tu bebé con una cuna evolutiva, la cómoda con cambiador desmontable parece ser una excelente elección. Siguiendo la idea de elegir muebles que evolucionen con el crecimiento de tu hijo, este mueble te servirá de almacenamiento y cambiador. De hecho, solo tienes que instalar el cambiador dedicado sobre la superficie de la cómoda. A partir de ese momento, disfrutas de un bonito cambiador con almacenamiento. Podrás cambiar al bebé, pero también guardar su ropa, sus productos de cuidado, sus pañales, etc.

Cuando el bebé ya no esté en edad de ser cambiado y ya no necesite un cambiador en su habitación, puedes retirar el cambiador. A partir de ese momento, recuperas una cómoda totalmente clásica que podrás utilizar durante muchos años. Aquí también optas por una solución duradera y más ecorresponsable.

Crear un pequeño rincón acogedor

En una habitación de bebé y luego de niño, crear un pequeño rincón acogedor y confortable siempre es una buena idea. Cuando se trata de un bebé, optar por un lugar con un sillón cómodo, una luz suave y una bonita alfombra será perfecto para momentos llenos de dulzura antes de dormir, por ejemplo. También puede ser el lugar adecuado para dar el pecho al bebé en medio de la noche.

Cuando tu hijo crezca, puedes reutilizar este espacio instalando, por ejemplo, una alfombra de suelo y cojines o un pequeño sillón de su tamaño. Este será el lugar perfecto para leer, descansar o incluso soñar.

Los colores y motivos

En cuanto a la decoración en sí, se recomienda optar por colores y motivos que sean duraderos en el tiempo. De hecho, si eliges una decoración con la efigie de un héroe en particular, o un color demasiado llamativo, es posible que al crecer, tu hijo quiera cambiarlo todo. Por lo tanto, piensa en privilegiar colores y motivos neutros, especialmente en lo que respecta a las paredes de la habitación. Así, en caso de cambio, siempre tendrás la posibilidad de readaptarte.

La mayoría de las veces, para una habitación de bebé, se recomienda optar por colores claros y pastel. El blanco, el crema o el beige son muy buenas opciones, al igual que el rosa, el azul, el amarillo o el verde, siempre que estén presentes en tonos suaves. En cuanto a los motivos, tienes muchas posibilidades, especialmente en los textiles, pero también en los papeles pintados.

Adapta la habitación según las necesidades de tu hijo

¿El secreto para una habitación infantil con una cuna evolutiva? Inspirarse en este principio precisamente para hacer evolucionar la totalidad de la habitación según las necesidades de tu hijo. Cada etapa de su crecimiento implica nuevos deseos y necesidades, así que cambia ciertos elementos de su habitación para que pueda acceder a ellos y así disponer de una habitación siempre adaptada a su edad y a su evolución.